Sinceridad


Es interesante darme cuenta que no empiezo las entradas con un saludo, ya saben, para ser cordial. Pero siendo cien por cien sinceros, ¿ustedes no creen que aquello sería lo más innecesario que haría?
Para qué gastarnos con formalidades cuando hay momentos en los que simplemente debemos ir a ello. No hay que darle tantas vueltas a lo que se quiere decir porque sería algo estúpido que me muestre amigable luego de haber escrito que mi amiga me cree venenosa. *inserte una corta risa aquí*
Es mucho más fácil decir lo que queremos, sin filtro. No solo escribirlo sino que soltarlo, desprendernos de aquello que nos hace daño, que nos molesta, que nos entristece, que nos alegra. Si tenemos que decirle algo a un amigo, compañero o lo que sea, hagámoslo. Porqué si aquello que le digamos a la persona a la que sea quien lo reciba y esta no te apoya, te entiende o simplemente no lo habla y no le toma la importancia que tú le tomas, entonces esa persona no vale la pena. Lo mejor que te podría pasar es que esa persona se aleje de ti porque no es alguien que realmente aporte algo bueno a tu vida. Las personas vienen y van. 
En este punto de nuestra existencia debemos entender que la sinceridad siempre debe estar por delante, no solo cuando nos conviene sino siempre, corderitos.
También hay que tomar en cuenta que ser sincero no significa ser un hijo de puta, no significa que tenemos que decirle a alguien que nos molesta hasta cómo respira, no confundan las cosas. 
Según google, sinceridad significa la falta de fingimiento en las cosas que se dicen o hacen, y en sinónimos sale franqueza. En mi opinión además de aprender a ser francos también debemos aprender a ser humildes. No debemos creer que somos mejores que los demás. Cada uno tiene sus defectos y sus virtudes, porque todos somos humanos. 
Puedo decir que yo muchas veces pequé de ególatra, creyendo que era mejor que el resto, creyendo que por ser yo estaba un paso más arriba. Después llegó el momento en el que se me reventó la burbuja y me di un suelazo que me hizo abrir los ojos a la realidad. Realmente no soy nadie. Simplemente soy yo. 
Una persona llena de errores, demasiados, pero que intenta aprender de ellos. Soy esa persona que está aprendiendo a no tener vergüenza por mostrarse débil porque eso te hace ser más fuerte. Quiero llegar a ser una persona más sincera, primero conmigo misma y después con el resto. 
Creo que en este momento todos debemos empezar a ver a nuestro alrededor y fijarnos en los detalles. 
Curemos nuestras almas para no ser por siempre personas infelices. 
Mi consejo de hoy es: sean felices y coman perdices. Dejen de amargarse la existencia. 
Ya nos leeremos otro día en otra rara entrada. 
Besos. 
  
   
 

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